La calidad y reconocimiento de este grupo de artistas del Graffiti les ha permitido llevar su creatividad a Irlanda, Alemania, Australia, Italia, Argentina, Polonia, España, Francia, Canadá, Suiza y a través de EE.UU., además de plasmar su arte en libros y revistas.
Entre sus trabajos en las calles de Nueva York figuran El Salón de la Fama del Graffiti, en El Barrio latino de Harlem, al que cada año cambian su rostro.
Desde hace quince años, Tatscru se convirtió en una empresa de artistas, que aprendieron el arte del Graffiti en sus comunidades del sur de El Bronx y que hoy pintan murales para multinacionales como Coca-Cola, Chivas Regal, McDonalds, Reebok, Tommy Hilfiger o Foot Locker, entre otros.
Su trabajo también ha sido solicitado para películas como "Finding Forester" con Sean Connery, "City by the Sea" con Robert de Niro y "Clockers" de Spike Lee, pero también para vídeos de estrellas y conciertos.
Precisamente su reciente trabajo lo realizaron con motivo de una serie de cuatro conciertos de música urbana, auspiciados por la empresa Axel Music, que les encomendó el trabajo.
"Llevamos casi treinta años pintando Graffiti. Empezamos en la década de 1980 en Nueva York, cuando los trenes y estaciones del metro estaban pintados con Graffiti, y en los '90 comenzamos a hacerlo en las calles y la gente a conocer nuestro rostro", explicó "Bio".
Recordó que comerciantes que les habían visto pintando en la noche se les acercaban para pedirles que hicieran un mural en su negocio, para evitar que personas dañaran las paredes escribiendo sus nombres.
"Nos invitaban a hacer un mural, algo con color porque ellos sabían que nadie lo iba a tocar y así empezamos el negocio" que les mantiene viajando por el mundo, comentó "Bio".
"Este es un arte que aprendimos en la calle, ninguno (de los cinco integrantes de Tatscru) ha ido a la universidad", afirmó.
Recordó que a él le gustaba dibujar desde pequeño, cuando copiaba las imágenes que veía en los periódicos. A finales de los 70, y saliendo del tren, vio una pintura que llamó su atención y marcó su vida.
"Dije 'me gusta, quiero saber más'. En aquellos tiempos, el Graffiti estaba en todos lados. Cuando fui a mi comunidad, pregunté a varias personas qué era la pintura que había visto en el metro y me dijeron que era Graffiti", agregó.
"Desde ahí estoy pintando, no he parado en treinta años", afirmó y explicó que el mural que realizaron en Nueva York para Axel Music, que les tomó menos de dos horas, muestra a un 'pinchadiscos' (DJ) en el centro de la obra, gente que baila a su alrededor, mientras la mano de una mujer y la de un hombre se entrelazan frente a ellos, uniendo todo.
El trabajo, realizado con las pinturas de "spray" que caracteriza al Graffiti, será donado a un museo en Gran Manzana.
El artista recordó que conoció a través de un amigo a Raoul y Davide Perré, que nacieron en España, donde vivieron hasta los seis años, y quedó impresionado con el portafolio de sus obras de Graffiti.
En 1999, cuando los gemelos se instalaron en Nueva York se unieron a la compañía Tatscru, creada cinco años antes en El Bronx, cuando un grupo de artistas se percató de que muchas compañías contrataban artistas del Graffiti que no tenían "ningún conocimiento de nuestra cultura".
"Decidimos (Bio, Nicer y BG 183) que si esas compañías necesitaban artistas de Graffiti, entonces podíamos hacer ese trabajo", concluyó.
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